Se suele jugar con un o varios mazo/s de cartas como elemento principal del juego. Pero la forma de utilizar el mazo puede variar en función de cómo se haya diseñado el juego. Así que el mazo puede ser utilizado para distintas mecánicas de juego. Algunas de las mecánicas más populares son: creación de mazos, gestión de mazos.
Se juega encima de un tablero, generalmente de madera o de cartón, aunque también los hay de neopreno u otros materiales. El tablero de juego puede ser modular , o no, y normalmente tiene formas poligonales (con forma cuadrada, rectangular, hexagonal, etc.). Suele estar divido en diferentes espacios que representan lugares, acciones, recursos. Los jugadores usan piezas para moverse y/o realizar acciones en cada espacio en función de las reglas del juego.
Los dados son los protagonistas del juego. Se pueden utilizar para mover piezas, resolver desafíos, o simplemente añadir azar al juego. En algunos juegos de mesa, también se pueden gestionar los dados usándolos par realizar acciones, colocarlos en determinados espacios del tablero, o como moneda de cambio por recursos.